Creo que de todos son conocidos esos agregados de agujas fosilizadas que constituyen el esqueleto de ciertas esponjas. Desaparecida por completo la materia orgánica, no queda ya sino un fino y quebradizo tejido de encaje. En realidad no son más que porciones de ácido silícico; pero lo interesante es la forma que ese ácido silícico ha tomado; forma que no podremos comprender si no conocemos las esponjas vivientes que le han impreso precisamente esa forma. Algo semejante ocurre con los "viejos" pensamientos de nuestros antepasados, que aun abandonándolos nosotros, imprimen no obstante su propia forma a la arquitectura lógica que hemos puesto nosotros en su lugar.
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